El estudio japonés Torafu Architects fue el encargado de realizar el diseño interior de esta heladería situada en una calle comercial de Nakano, Tokyo. En ella, los clientes pueden observar y disfrutar viendo como se transforma su pedido en un helado, elaborado a partir de un líquido concentrado de helado y nitrógeno líquido.
El interior de la tienda cuenta con tres alturas diferentes, en la más alta de ellas se ubica la barra en la que se preparan los helados, creando así un escenario visible desde el exterior en el que se ve el humo producido por el nitrógeno líquido. Estas tres alturas facilitan la división de espacios y en cada una de ellas se utiliza un pavimento diferente, desde mosáicos a linóleo e incluso parquet, así, Torafu Architects creó de un local de menos de 65 m2 tres espacios diferenciados.
Los suaves tonos pastel utilizados en las paredes pretenden recrear la entrada de luz solar mediante los diferentes ángulos en los que se ha pintado. La mesa central cuenta con el mismo acabado en mosaico que una de las zonas del suelo y las columnas de madera y las plantas dispuestas a lo largo de la tienda, crean un ambiente más acogedor.
Uno grandes atractivos del local y que muestra su parte más teatral, es al utilizar el nitrógeno líquido sobre la barra de color gris, creando un ambiente de laboratorio muy atractivo y novedoso para los clientes.
