A lo largo de casi un siglo y medio, Brooks England ha pasado de ser un pequeño taller a un sinónimo de calidad artesanal. Ya en 1865, John Boultbee Brooks dejó su ciudad natal de Hinckley en Leicestershire y se dirigió a Birmingham, donde en 1866 fundó una empresa de arneses para caballos y artículos de cuero en general, bajo el nombre de JB Brooks & Co. En 1878, la desafortunada muerte del caballo de Mr Brooks le obligó a reinventarse. Incapaz de permitirse otro caballo, tomó prestada una bicicleta para ir al trabajo. Encontró el asiento tan incómodo que se comprometió a hacer algo al respecto. El 28 de octubre de 1882, el Sr. Brooks presentó su primera patente de silla para bicicletas. Brooks había nacido!
Actualmente acaba de abrirse la primera tienda Brooks con el nombre de B1866, lo que supone la coronación al trabajo realizado durante los últimos 11 años, en los que se ha reestructurado la compañía y se ha renovado el glorioso pasado de la marca. Sus dueños denominan a esta flagship store como la «catedral» de la marca.
La gama de productos se exhibe en un entorno experiencial para crear una marca fuerte de cara a la venta al público y crear un punto de compra peculiar. La señalización de cobre y el ladrillo visto pintado hace mejorar el entorno industrial de la marca creando una experiencia al consumidor mucho más satisfactoria.
Si exploramos a través de la tienda y el sótano podemos encontrar una amplia gama de sillines en infinidad de colores creando esa atmósfera perfecta para los amantes de las bicicletas. El diseño global y estos elementos personalizables hacen que la experiencia para el cliente sea integral e interactiva y nos demuestra la pasión de sus propietarios por mostrar su historia y patrimonio.
